¿Se puede ser vegano ‘por salud’?

Cuando nos encontramos a alguien declarando que es ‘vegano por salud’ lo más probable que quiere decir es que está llevando una dieta predominantemente o exclusivamente vegetal porque piensa que es mejor para su salud eliminar los productos de origen animal. Pero esto desde luego no es veganismo; esto es una confusión y una distorsión del significado del veganismo. El veganismo no es una dieta. Veganismo, según fue definido por su fundadores, es una doctrina moral que sostiene que la humanidad debe vivir sin explotar animales, es decir, que los humanos no deben tratar a los animales como medios para satisfacer los deseos y necesidades humanas.

Además de esto, resulta importante aclarar que no es correcto hablar de veganismo como si existiera sólo referido al consumo de animales. Si estamos de acuerdo en que el veganismo es la oposición a toda forma de explotación animal entonces no importa que esa explotación implique o no consumo. El consumo como tal sería sólo una manera entre otras de participar y apoyar la explotación animal. El veganismo no se refiere sólo al consumo sino a todo lo que implique utilizar a los otros animales. El veganismo rechaza como principio cualquier uso de animales no humanos.

Si respetamos el significado del veganismo entonces se ve claramente que resulta absurdo afirmar que alguien puede ser ‘vegano por salud’ ¿Qué cuestión de salud personal puede conducirnos a querer abolir el uso de animales para arrancarles su piel, para confinarlos en zoológicos o para quitarles su miel? ¿Qué cuestión de salud personal puede conducirnos a querer abolir la tauromaquia o la equitación o el mascotismo? Ninguna. Podemos estar maravillosamente sanos al mismo tiempo que apoyamos todas esas formas concretas de explotación animal. No hay ninguna conexión causal entre el veganismo y la salud personal. El veganismo es un principio ético de oposición a toda forma de utilización de animales, y este principio sólo existe y se sostiene bajo un fundamento moral.

Así pues, no hay motivos de salud que encaminen a nadie al veganismo. No hay conexión lógica entre la salud personal y el rechazo a la explotación animal. No hay coherencia entre proteger la salud personal y rechazar todo uso de animales no humanos. El veganismo se basa en la ética; no en la salud personal. De hecho, incluso aunque aplicar el veganismo perjudicara nuestra salud seguiría siendo la única opción justa desde el punto de vista moral.