¿Qué dice el veganismo acerca del aborto?

El veganismo no puede decir nada acerca del aborto, si nos referimos al aborto en el contexto humano.

El veganismo señala que no debemos utilizar a los animales como medios para nuestros fines; así fue definido por sus fundadores. Por tanto, infligir un aborto a un animal para que obtengamos algún beneficio de ello contradice el veganismo, pero el veganismo como tal no puede decir nada más acerca de este asunto.

El veganismo tiene un fundamento ético basado en el rechazo a la explotación de seres sintientes, tal y como apuntaba el propio Donald Watson en el primer boletín de la Vegan Society, allá por 1944, en el que comienza diciendo:

«Los recientes artículos y cartas en The Vegetarian Messenger acerca de la cuestión del consumo de productos lácteos han puesto de manifiesto la innegable evidencia de que la producción de dichos alimentos implica crueldad y explotación de la vida sintiente desarrollada.» Donald Watson; The Vegan, noviembre 1944

Bajo este criterio ético, el aborto supone un problema moral en el caso de que el ser abortado estuviera dotado de conciencia sensitiva. Si no es un ser consciente entonces el aborto no supone inconveniente moral en lo que concierne al ser que es abortado. Pero si el feto posee un sistema nervioso activo que genera sensaciones entonces se trata de un sujeto, y no debemos tratarlo como si fuera un objeto.

El fundamento ético que sostiene el veganismo no se limita pues sólo al veganismo. No obstante, el veganismo existe por motivo de una injusticia concreta: la humanidad considera que es correcto utilizar a los animales; que está bien tratarlos como meros recursos. El veganismo se opone específicamente al problema de la explotación animal y, por tanto, no tiene nada que decirnos acerca de la moralidad del aborto en el contexto humano.

Permítanme exponer una sencilla analogía para aclarar este punto. Una casa se sostiene sobre unos cimientos, pero los cimientos no son parte de la casa como tal. Los cimientos sostienen la casa, pero no forman parte del concepto de casa. Del mismo modo, el veganismo se fundamenta en principios éticos universales — que son los mismos principios que sostienen el abolicionismo de la esclavitud humana. Me refiero a principios como la igualdad y el valor inherente de la persona. Estos principios existen de manera autónoma y surgen de la lógica.

Para analizar razonablemente la moralidad del aborto deberemos apoyarnos en dichos principios éticos, pero lo que no deberíamos hacer es confundir al veganismo en ese asunto, puesto que el veganismo se refiere sólo al problema de la explotación animal. Así pues, dejemos al veganismo en el lugar que le corresponde y discutamos racionalmente sobre cualquier controversia que surja pero sin tergiversar el veganismo.

Por tanto, ser vegano no conlleva tener ninguna posición sobre la controversia del aborto en el contexto humano. Ser vegano sólo conlleva necesariamente oponerse a la explotación de los animales como una cuestión de principio moral. Punto.