¿Las plantas sienten?
«El primer requisito para sentir, pues, procede de la presencia de un sistema nervioso.» — António Damasio; En busca de Spinoza [2003]
Cuando alguien afirma que “las plantas sienten” esto suele significar a menudo que está confundiendo sentir con detectar. Detectar no implica sentir. Hay máquinas que detectan estímulos del exterior; pero no sienten. Sentir significa que un ser experimenta sensaciones, emociones, deseos. Sentir significa tener percepciones conscientes. Las plantas no pueden sentir, porque carecen de un órgano que pueda integrar las percepciones y convertirlas en experiencias subjetivas.
Es muy habitual esta confusión semántica entre sensibilidad y sensorialidad. Son dos conceptos diferentes que hacen referencia a dos fenómenos distintos. Las plantas pueden tener sensorialidad pero carecen de sensibilidad. Los animales poseen sensorialidad pero además poseen también sensibilidad, y esto último es a lo que denominamos sentir o sintiencia.
La sintiencia implica que un organismo puede procesar percepciones en forma subjetiva, es decir, transformándolas en sensaciones. Para poder realizar este proceso es necesario disponer de neuronas organizadas mediante un sistema nervioso. Las plantas no poseen neuronas, no poseen sistema nervioso ni ningún órgano que pueda realizar la función de procesar e integrar percepciones en forma subjetiva.
Por esto, la comunidad científica ha rechazado la idea de que las plantas puedan sentir, porque esa hipótesis carece de cualquier respaldo físico material que lo pudiera hacer posible. No hay prueba científica que indique las plantas puedan sentir.
Las plantas pueden percibir estímulos del exterior y reaccionar ante ellos, sí, pero esto también lo pueden lograr máquinas electrónicas, como los termostatos, por ejemplo. Nada de esto evidencia que las plantas puedan sentir, es decir, que puedan experimentar sensaciones, emociones, sentimientos, deseos. Sabemos que otros animales sí pueden sentir porque poseen un sistema nervioso centralizado que, de forma análoga al nuestro, realiza las funciones que están asociadas a la existencia de sensaciones y es por lo que podemos decir que los animales son seres conscientes. Todos los animales que poseen un sistema nervioso centralizado poseen, al menos, conciencia sensitiva, que es a lo que denominamos sintiencia.
En definitiva, las supuestas pruebas de que las plantas puedan sentir sólo son evidencias de su capacidad reactiva a determinados estímulos, es decir, de sensorialidad, pero no de sensibilidad [sintiencia]. Su sensorialidad no es consciente. Afirmar que las plantas pueden “sentir” es análogo a decir que un termostato puede “sentir” porque reacciona al frío y al calor y, por tanto, el termostato puede sentir frío o calor. Esto es absurdo, tanto desde el punto de vista conceptual como desde el punto de vista empírico. Es erróneo suponer que las plantas sienten sólo porque reaccionen biológicamente a determinados estímulos y careciendo de cualquier órgano que pueda procesar e integrar sus percepciones en forma consciente.
Además, aunque las plantas sintieran esto no justificaría consumir animales, de la misma manera que tampoco justificaría comer seres humanos. Necesitamos consumir vegetales para vivir pero no necesitamos consumir animales. Así que consumir animales es un daño innecesario y evitable. Suponer que “las plantas sienten” no sólo es empíricamente erróneo sino que además no justificaría moralmente la explotación de animales.
Por si todo esto fuera poco, resulta que siendo veganos causamos menos daño a las plantas, ya que una alimentación vegana necesita menos recursos para producir la misma cantidad de calorías y nutrientes que un sistema alimentario basado en el consumo de animales. Una aplicación del veganismo a escala global es la opción menos dañina para el medio ambiente, porque necesita menos terreno, menos agua, y menos recursos en general, para producir la misma cantidad y calidad de nutrientes que el sistema actual basado en la explotación animal.
No hay pues prueba científica alguna que avale la idea de que las plantas son seres sintientes, así que no podrían ser consideradas razonablemente como sujetos de consideración moral, puesto que las plantas, al carecer de conciencia, no son ni siquiera sujetos. Pero incluso si alguien se preocupara sinceramente por evitar causar daño a las plantas, o por evitar el daño al medio ambiente en general, lo primero que debería hacer es eliminar el consumo de animales.
Referencias:
Acerca de la hipótesis de la sintiencia en las plantas:
- Plant neurobiology: no brain, no gain? doi.org/10.1016/j.tplants.2007.03.002
- Debunking a myth: plant consciousness
doi.org/10.1007/s00709-020-01579-w - Do Plants feel pain?;
http://whataplantknows.blogspot.com/2012/09/do-plants-feel-pain.html - Plants Neither Possess nor Require Consciousness; doi.org/10.1016/j.tplants.2019.05.008
Sobre la salubridad de una alimentación sin sustancias de origen animal:
- Position of the Academy of Nutrition and Dietetics: Vegetarian Diets; https://doi.org/10.1016/j.jand.2016.09.025
Sobre el impacto ambiental de una alimentación vegana:
- Exploring the biophysical option space for feeding the world without deforestation;
https://doi.org/10.1038/ncomms11382 - The water footprint of poultry, pork and beef: A comparative study in different countries and production systems; https://doi.org/10.1016/j.wri.2013.03.001
- Linking sustainability to the healthy eating patterns of the Dietary Guidelines for Americans: a modelling study https://doi.org/10.1016/s2542-5196(18)30167-0
Acerca de la consideración moral hacia los animales:
- Tom Regan; En defensa de los derechos de los animales [1983]
- Priscilla Cohn; Una concepción inherentista de los animales [1999]
- Gary Francione; Animales: ¿propiedad o personas? [2004]